Este fin de semana llegó el avión Cazahuracanes de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el cual permite pronosticar de manera más precisa la trayectoria e intensidad de los ciclones tropicales.
Es un avión Hércules C-130 y mide 29.3 metros de largo, 11.9 metros de alto y tiene una envergadura de 39.7 metros; para volar cuentan con cuatro motor Roll Royce AE 2100d3 de turbohélice de mil 700 caballos de fuerza cada uno cuatro hélices 6 X Dowty R391; además, en promedio, requieren de 8 mil 600 galones de combustible para realizar una misión, la cual puede durar hasta 12 horas de vuelo continuo.
En la aeronave viajan especialistas del 53 Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Reserva de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y del Centro Nacional de Huracanes-Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (CNH-NOAA).
La tripulación está integrada por piloto, copiloto, ingeniero de vuelo, personal de reconocimiento aéreo, oficial meteorológico, un meteorólogo como director de vuelo y entre dos a tres especialistas en ingeniería.
Mientras vuela a través del huracán, la tripulación a bordo del avión lanza sondas que transmiten continuamente medidas de presión, humedad, temperatura, dirección y velocidad del viento a medida que caen al mar, proporcionando una visión detallada de la estructura de la tormenta y su intensidad, para conocer la intensidad de los vientos y a presión del huracán, lo cual permite saber qué tan destructivo puede ser en caso de un impacto en tierra.
La temporada de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico, donde se ubica Yucatán, inicia el primero de junio y termina el 30 de noviembre de cada año.
El cazahuracanes y sus tripulantes llegarán a Chetumal mañana martes.